
¿QUÉ ES LO QUE SIENTO?
¿Has estado alguna vez, sin ganas de hacer nada, pero quisieras hacer algo, pero no atinas qué hacer porque con nada te sientes cómoda, no te llama la atención nada, te sientes cansada de descansar y hasta te sientes culpable?
Seguramente es el momento de hacer algunas visitas a diferentes profesionales de la salud, a tu médico familiar, a tu psicoterapeuta y a tu nutrióloga, porque pareciera que algo necesita ser atendido.
La falta de alguna vitamina, mineral u otro elemento en el cuerpo, trae como consecuencia la deficiencia de su correcto funcionamiento.
La falta de identificación y manejo adecuado de emociones trae esa incertidumbre de no saber qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo.
La falta de una alimentación adecuada con sus respectivos horarios, las horas de sueño necesarias para tener un descanso reparador y el movimiento necesario mediante programas de ejercicio físico, afectan de una forma importante al cuerpo y al cerebro, imposibilitando su bienestar.
Estas situaciones llegan a presentarse algunas veces cuando ocurre un cambio significativo en el ritmo o estilo de vida. Por ejemplo, cambio de trabajo, de lugar de residencia, la pérdida de una persona con un fuerte lazo afectivo, la pérdida de estatus social, el fin de una vida laboral (el pensionarse). Etc.
Estos eventos llevan a la necesidad de una reorganización en las diferentes áreas de la vida, requiere de tiempo ¿cuánto? No hay respuesta. Cada persona lleva su proceso de diferente forma.
El reconocer y aceptar esa necesidad de reorganización servirá como muy buen inicio.
El situarse en la nueva realidad ayudará a modificar o a trazar nuevos proyectos, metas, relaciones, tiempos y administración de recursos, entre otras cosas.
La motivación es básica, ¿Será la misma de antes o también habrá que hacerle modificaciones o cambios? Encontrar el motivo que logre hacer el efecto de moverse hacia los nuevos proyectos, también lleva su tiempo.
Respetando los tiempos del proceso y si se considera que el sentirse bien es el fin que se persigue ¿Por qué aplazar el momento? La autoobservación es una buena herramienta que, dándole el uso adecuado, en varias ocasiones, evita malestares innecesarios.

